Autor: Arsenio AcostaTécnica: fundición a la cera perdidaMaterial: bronce, malla de acero inoxidable.5 x 7 cm. 2008.
Iba caminando por el mercado, me detuve para mirar al perro, me impresionó su postura, su deseo, su concentración.
No perdía detalle de los movimientos del carnicero,
lo seguía con avidez, para mostrarle su atención,
Buscando impresionarlo y verse recompensado por ello.
El carnicero movía con destreza su cuchillo, Cortando con firmeza y decisión su oficio, sabiendo que si realizaba bien su trabajo, la cliente, alguna mujer exigente de un buen trabajo, volvería con él la próxima vez.
El carnicero sabía que el perro estaba atento de él, lo miraba con el rabillo del
ojo, mientras con placer metía su cuchillo en la carne y cuando veía un pedazo de
carne con grasa, que no sería bien visto por la clienta, Cortaba el pedazo de carne
con grasa y lo aventaba al perro, éste volaba como trapecista dando vueltas
por el aire y ahí mismo lo atrapaba, cual cazador experto atrapa a su presa.
Ese mismo sentimiento y actitud recordé después de que conocí el amor.
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